viernes, 1 de octubre de 2010
y volamos re bien
andabamos caminando por una vereda muy angosta. mirandonos los pies, sin hablar.
entonces empezamos a mezclarnos con el asfalto. el cemento se quiebra. no sentimos las piernas. se nos estiran los brazos, se nos ramifican los dedos. brotan hojas amarillas de nuestras uñas y goteamos de otoño -en plena primavera- la vereda, que convertira luego a alguien mas en arbol.
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